La producción virtual implica la creación de una escena virtual en tiempo real. Para ello, se emplea un motor de juego y una o varias pantallas de LED que según se mueve la cámara, el contenido de la pantalla de LED también se mueve (cambia la perspectiva), simulando como que nos movemos y vemos lo que queda más a nuestra derecha o izquierda.
El unísono de movimiento entre la cámara y las imágenes se llama paralaje, creando la ilusión de una ubicación física.
La llegada del proceso de diseño virtual también ha introducido nuevos departamentos de activos y departamentos de arte virtual.
Este tipo de producción no tiene su máximo en la tecnología, sino en cómo está afectando la creación de contenido, cambiando los flujos de trabajo y mejorando la colaboración.

La pantalla de LED provoca que la producción virtual incluya efectos de cambio de color, captura de rendimiento y retroproyección. Con la producción virtual, los efectos visuales ya no están solo en postproducción. Ahora se trabaja a lo largo de la preproducción.
Pre-vis ha evolucionado como colaboración en tiempo real. Ahora está formado por post-vis, tech-vis, volúmenes de captura de movimiento, espacios, prototipos virtuales, fotogrametría y pantallas LED virtuales que producen escenarios de sonido LED. Estas herramientas de producción virtual también se utilizan para el diseño de conceptos, pruebas de concepto y animatics.
Mientras que pre-vis da vida a los personajes a través de la animación, la producción virtual implica renderizar e iluminar en el set y la atención se centra en la toma. Los tiempos de renderizado se han acelerado hasta el punto en que se puede realizar la iluminación fija en el lugar. Todo ocurre al mismo tiempo.
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